jueves, 28 de junio de 2012

Explosión.

Quizá esta no sea la clase de sitio más adecuado para escribir hoy. Quizá solo debería morderme la lengua, romperme los dedos. Algo. Cualquier cosa que hiciera que mantuviera la sensatez en su sitio...pero no, no quiero.
No quiero fingir que todo está bien. No quiero fingir que todo es color de rosa, no quiero soltar vítores que no siento y que ni si quiera quiero fingir.
Hoy no quiero ser suave. No quiero ser amable, ni razonable...
¿De qué sirve? ¿Para callar la voz del corazón? ¿Para callar aquello que te agujerea el pecho?
No, hoy no hay tiritas de razón. No hay vendas de conformismo.
La razón es aquello que busca tapar los daños sin explicación, las preguntas sin respuesta....
Estoy harta. Harta de ser un condenado cero a la izquierda, harta de no ser más que una pobre sombra, de ser únicamente visible cuando estorbo....no. No quiero más eso. No quiero más nada.
Ni mentiras, ni verdades.
Hoy...me harté de ser una mediocre. De no dar la talla. Me harté de todo eso. Me cansé de oír lo importantes y maravillosos que son otros y lo mucho que yo molesto.
Ya. Ya no más.
Hoy, estoy enfadada. Conmigo. Contigo. Con el mundo. Ayer estaba enfadada. Mañana lo estaré.
Me cansé de toda esta rabia. Me agota estar siempre triste. Me agota estar siempre angustiada.
No. Ya no más.
Vayanse todos al diablo. O no. O metánse su aura de felicidad y optimismo donde les quepa.
A mí solo....Déjame tranquila mundo. Déjame respirar de verdad otra vez.

miércoles, 20 de junio de 2012

Reflexiones de madrugada.

Hoy, como cada noche, el insomnio ha vuelto a hacer acto de presencia,  robándole las horas de actividad al astro rey, impidiendo que me entregue al plácido sueño.
Por más que lo intento, por más vueltas que de sobre mí misma, hoy se me han negado los brazos de Morfeo.
Mi mente, en lugar de relajarse y entregarse al descanso, se empeña en recordar, en torturarse con cosas que ya han pasado, en cosas sin remedio.
Me lo han dicho más de una vez. Me fijo mucho en el pasado. Quizá sea cierto, quizás le de más importancia de la debida, o simplemente le de más vueltas de las necesarias.
¿Pero no es acaso el pasado el que nos ha convertido en las personas que somos? ¿No es acaso necesario conocer y analizar cada historia para comprender que nos ha llevado hasta el presente desenlace?
Cuando más se conoce a una persona, es cuando más se sabe sobre ella misma. Uno puede atisbar el eco de ella, pero sin conocer su historia completa, nunca podrá comprenderla del todo.
Ni si quiera entonces se puede presumir de eso, pero sin ello, muchísimo menos se puede uno aventurar a creerlo.
Así pues, para comprendernos a nosotros mismos, ¿No será necesario reflexionar sobre ese pasado? ¿Sobre aquello que nos ha forjado así como somos?
A veces, la nostalgia no es siempre mala. Recordar también es bueno.
Nos recuerda que una vez, tuvimos cosas buenas, que una vez, creímos ser felices.
Tuvimos cosas que aunque, fugaces en el tiempo, nos permitieron alcanzar esa cumbre de dicha que tiene el hombre como fin.
Hoy quizá, piense tanto en el pasado, porque me siento especialmente nostálgica, porque por fin puedo recordar sin dolor, sin angustia.
Puede que algunos, si sepais a que me refiero, pero hay amistades que marcan mucho. Muchas veces para bien....aunque terminen mal.
Hoy, por ejemplo, recordé una gran amistad. Recordé a la pálida muchacha de pelo dorado que siempre tenía palabras para sacarte una sonrisa, que solía acompañarte en muchas noches de soledad, aquella con la que siempre podías reír de cualquier cosa, por estúpida que fuera.
Aquella...que durante un tiempo, supo comprenderte, quizá no tan bien como otras personas, pero sí te escuchaba, y te dejaba escucharla a ella también.
Hoy recordé a esa chica.  Recordé las noches de verano tiradas en el césped parloteando sobre cosas sin sentido,  las noches quizá no tan de verano en las que nos acompañábamos para "estudiar", incluso a esa chica que solo bebía sin parar para tratar de olvidar, recordé a la chica que era, y la que se fue convirtiendo poco a poco. No fue siempre un cambio a mal. De hecho, la chica que yo conocí pocos meses antes de que se marchara, era más alegre y segura que aquella que era en origen.
Me pregunto cual de los dos existía realmente, o si aquellas dos versiones, siempre fueron una.
Me apena recordar a esa vivaracha chica, y pensar que ya no está. Que ya no existe, no al menos, la que yo solía conocer. Me apenó recordarla, porque hoy, la eché de menos. Hoy quizá....la necesitaba. Necesitaba sus lunáticos planes, sus bromas tontas y su forma de ver las cosas, que aunque fuera el equivocado, me hacían reflexionar sobre mi propio punto de vista.  Necesitaba que me aconsejara, y aconsejarla a ella también, como antes solía hacer.
Pero tanto esa chica, como esa amistad, como otras tantas cosas.... ya no están. Se fueron, se quedaron inmortalizadas en ese espacio de tiempo, que ya no volverá.  No importan los porqués, no importan los quizá. Solo está este momento. Y en este momento, ya no existen.

Hoy quizá, además de extrañar a esa amiga, extrañe a la amiga que yo misma fui.  A esa chica un poco idiota e inmadura, a esa que era feliz con cosas muy simples, que apenas conocía casi nada, y era esa misma ignorancia lo que la mantenía en su pequeña y dichosa burbuja.
Hoy....echo de menos, haber sido feliz.



Día nublado.

A veces, sin motivo alguno, como por casualidad, la tristeza toca a tu puerta.
Nada ha ocurrido. Nada la ha hecho venir, ni si quiera quieres dejarla pasar.  Pero ella es ya una vieja amiga que no necesita pedir permiso para entrar.
Descaradamente se sienta a tu lado, y te abraza.

Pero estos abrazos son distintos a los que puede darte un amigo. No caldean el corazón, no abrigan el alma. Estos, son la clase de abrazos que solo traen lluvia, que  nublan la mente y ocultan el sol.
En esta clase de días, es la soledad quien te llama, es la pena quien te acaricia.
Alguna lágrima atrevida, también te besa el rostro.

Es una pena distinta. Es la clase de pena que a veces aparece en los días nublados,o la clase de días que se nublan por sí solos.
Nada te consuela, pero tampoco hay nada que lo cause.
Simplemente, hoy ha sido la melancolía la que vino a darme los buenos días, y la que hoy me arropará en la noche.


miércoles, 13 de junio de 2012

Veinte Poemas de amor y una canción desesperada...

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.
Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.
Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.
Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.
El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.
Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.
Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.





Pablo Neruda

lunes, 11 de junio de 2012

Amélie.

'Nino se retrasa. Para Amélie sólo caben dos explicaciones. La primera: que no encontró la foto. La segunda: que no tuvo tiempo de recomponerla porque una pandilla de atracadores de bancos le tomó como rehén. Perseguidos por la policía lograron escapar, pero él provocó un accidente. Cuando recuperó el conocimiento no recordaba nada. Un exconvicto que pasaba por ahí le recogió en autostop, y tomándolo por un fugitivo le escondió en un contenedor destinado a Estambul. Allí se topó con un grupo talibán afgano que le propuso acompañarle para volar unas cabezas de misiles soviéticos, pero su camión chocó con una mina en la frontera del Tayikistán. Sólo sobrevivió él. Acogido en una aldea de montañeses se convirtió en militante muyahidín. Así que Amélie no se explica por qué se preocupa tanto por alguien que come sopa de remolacha y lleva un tiesto horrible por sombrero'.


A veces, también buscamos explicaciones surrealistas, explicaciones sin fundamento que escondan la verdad, que nos permitan creer que los motivos de cualquier rechazo o desgracia, son ajenos y no dependen de uno mismo. 
De hecho, suele ser así. ¿Quién tiene la fortaleza suficiente para aceptar la verdad de primera mano?
Siempre nos escudaremos en algo, aunque sea nuestra propia fantasía.

Bécquer. Como siempre.



Sobre la falda tenía

el libro abierto

en mi mejilla tocaban

sus rizos negros;
no veíamos letras
ninguno creo;
mas guardábamos ambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
¡y sonó un beso!
Creación de Dante era el libro;
era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos,
yo dije trémulo:
¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?
Y ella respondió encendida:
¡Ya lo comprendo!

viernes, 8 de junio de 2012

Cuentos.

Su piel estaba fría. No importaba el clima, no importaba la estación. Su piel estaba fría,  pero eso no importaba. Su corazón, siempre en llamas, caldeaba su alma.
Le bastaba con tener, el abrigo de unos brazos, con sentir  que otro corazón ardía con el suyo.  Con eso era suficiente.
No obstante, un día el fuego que alimentaba las brasas de su corazón, se extinguieron. Desapareciendo como si nunca hubiesen existido. Se fue su luz, se fue su calor. Llegó la lluvia, y ésta apagó las diminutas llaman que aun sobrevivían. Pronto, solo el frío anidaba su alma, la escarcha comenzó a acumularse en torno a las cenizas que quedaron, creando un grueso muro de hielo. El frío penetró prácticamente en todos los rincones de ese corazón que otrora ardía, congelando sus sentimientos, enfriando sus pensamientos. Aquel, se convirtió en un sitio oscuro y helado. Despoblado. Yermo. Muerto.

Aquel calor que emanaba de su alma era lo que movilizaba aquel cuerpo, lo que le permitía estar vivo.
La llegada de aquel invierno desolador a las profundidades de su interior, la hicieron verse obligada a buscar ese calor en otra parte. En otros brazos. Y estos caldeaban su piel, conseguían eliminar brevemente el frío de su cuerpo, pero no eran suficiente para derretir los gélidos muros edificados en su interior. Su corazón no conseguía prender. Aquellos que compartían con ella su calor, no solían buscar tampoco a una mujer con un páramo por corazón. Como cualquiera, anhelaban uno que alimentara las llamas del suyo, no que lo arrastraran hacía el mismo gélido destino.
Por ello nunca resistían mucho tiempo aquel invierno, y se iban buscando lugares más benignos, menos muertos.
Así pues...eso es lo que quedó. Un cuerpo cálido y un alma helada. Un alma y un corazón desiertos.

miércoles, 6 de junio de 2012

Club de la Lucha.

"Y entonces ocurrió algo. Me solté. Me sumí en el olvido, oscuro, silencioso y completo. "

martes, 5 de junio de 2012

Irrelevancias otrora escritas....

Yo no suelo hablar de estas cosas, al menos, no públicamente, pero sin embargo, si es una reflexión que quería compartir. No es algo trascendental, pero sí, al menos, significativo.

El sexo. El gran criticado, el más odiado y el más deseado.
¿Qué es en realidad? ¿Qué aporta? ¿Qué debería ser?

Mi pensamiento, puede que esté ahora mismo algo distorsionado, pero hasta ahora, había pensado en el sexo como una de las experiencias más completas y satisfactorias que yo conocía.  Una forma de olvidarse de todo por unas horas. Una de las formas más perfectas de comunicación entre dos personas muy unidas, ya sea por amistad, por afecto o más comúnmente, por amor. Era el mejor transmisor de sentimientos que yo pudiera concebir: Afecto, cariño, placer, entrega o simple desenfreno. Cualquiera de estas cosas solía estar presente
Con unas personas podía ser una experiencia más completa que con otras, pero solía ser una experiencia plena por norma general.  Nunca pensé que fuera algo que dependiera realmente de los sentimientos, bueno, lo intuía, pero nunca lo pensé de forma tan fría. Normalmente, se llega a ese nivel de intimidad, solo con alguien hacia quién sientes algo, por nimio que sea, así que quizá por eso, no vi la abismal diferencia que he visto ahora.
Aunque la persona en cuestión, sea la misma que fue hace unos meses, la experiencia fue radicalmente opuesta a lo que, para mí, debería ser.  Resultó ser.....vacía. Hueca.
Puede que con esa persona, en la recta final de la que fue nuestra relación, las cosas ya no fueran como antes, que empezará a ser algo más pobre, menos pleno. Pero nada parecido a los últimos acontecimientos.
Normalmente, solía ser algo...remarcable, sastisfactorio. La sensación  de bienestar solía postergarse durante varias horas o días. Y no obstante, ahora...me siento exactamente igual de vacía que antes, no ha supuesto el tapón a los problemas que yo pretendía y solía ser.
¿Realmente, es así de vacío el sexo sin amor? ¿O es solo algo que anda mal en mí? ¿Y siendo así de vacío, sirve realmente para algo?
¿Tiene sentido si quiera buscarlo?
Supongo que solo el tiempo podrá responderme.

domingo, 3 de junio de 2012

Pedro Salinas



Ayer te besé en los labios.

Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.
El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.
Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

Validation.


"I just want to see you smile"
Esa frase tan sencilla...tan aparentemente sincera....me ha matado.
A veces...como a cualquier humano, me inunda la pena.... pero cosas como estas consiguen subirme el ánimo.
Si, es ficción,  son actores. De acuerdo. Pero es una historia. Y es una historia preciosa.