martes, 6 de marzo de 2012

Transparencia.

Cada día es más fácil esclarecer mi camino, tener una dirección por la que seguir, decidir algunas cosas aunque sean a corto plazo. Me siento más segura de mí misma, más fuerte, aunque...torpe. A pesar de que en mi cabeza todo está un poco más claro, me siento torpe con mis actos, los noto incoherentes,  indecisos...nerviosos, o qué se yo.
Todo sigue revoloteando un poco por ahí dentro, y tengo miedo, tengo miedo de mostrar demasiado , de desvelarme y sabotearme. Aunque fuera más...tortuoso, antes era más fácil expresarme mis sentimientos a mí misma, había cierta resignación, había un plan, por masoquista que fuera, era fácil decir "es mío, y nadie sabrá nada  de nada, nadie querrá interpretar mis acciones" Ahora me siento observada con una lupa por parte de los demás, como si hasta el más mínimo de mis gestos estuviera sometido a examen....eso me hace sentir expuesta, incómoda, y no sé ni como actuar ni que decir, no me salen las cosas de forma natural.

Me gustaría ser más fría, menos como un libro abierto, me da la sensación de que con cada palabra, cada paso, cada acción estoy brindando muchísima más información de la que me gustaría, que muestro mucho sin apenas darme cuenta, y me hace sentir insegura,  vulnerable, indefensa. 
Querría construirme una de esas murallas infranqueables, pero al parecer no tengo los cimientos necesarios.



lunes, 5 de marzo de 2012

Baudelaire nuevamente :)

Esa necesidad de olvidar su yo en la carne extraña, es lo que el hombre llama noblemente necesidad de amar.

domingo, 4 de marzo de 2012

Claridad.

Sentimientos, danzan y bailan haciendo cosquillas en mis pensamientos. Revolotean por aquí y por allá sin dejarme ver que andan tramando, sin saber muy bien que hacer con ellos. 
Ahora que no creo en el amor, ni en las fantasías, ni en nada de nada....es tan difícil, clasificarlos, es tan  difícil esclarecerlos sin querer llamarlos de ninguna manera...
Creo que tampoco me molesta que estén ahí, a fin de cuentas, son sentimientos agradables, cálidos,  son sentimientos por lo que no me importa dejarme llevar, pero a los que no quiero permitirles demasiada cancha. Quiero limitarlos, quiero que sigan tal y como están,  continuar negándolos sería muy estúpido por mi parte, pero no puedo permitirles que vayan a más, no quiero entrar en esa clase de dilemas.
No sé exactamente lo que busco, no quiero pensar en eso, no quiero buscar nada, solo quiero dejarme llevar por mis sentimientos, y que por una vez ellos mi rijan a mí, que lo que sea que pase o tenga que pasar no dependa ni de mí, ni de nada, que pase sin más, y no pensar en ello, no darle importancia.
Si estos sentimientos, sean lo que sean, me hacen sentir bien..¿Está tan mal acaso?
Creo que seguiré mi vieja frase y norma: ¿Es necesario darle nombre? Se hace lo que se hace por un sentimiento, no tiene más. Eso será lo único que haré, si quieren desmelenarse un poco, que lo hagan, si tienen que arrinconarse, se arrinconan, por una vez no los siento destructivos, no los siento inmaduros.
He asumido simplemente que están ahí y que no tienen porque implicar absolutamente nada.


sábado, 3 de marzo de 2012

Finiquito

Confusión, dolor, dudas....todo se mezcla en un gran torbellino de sentimientos malignos en mi pecho. 
No encuentra una forma de hacer esto fácil, no puedo, lo intento desesperadamente, sí, pero no la hay....
No sé como explicarle a una persona así que ya no puedo aguantarlo más, que él mismo ha terminado asesinando ese amor que me hacía soportar día a día sus desprecios, sus rechazos....Simplemente, esos sentimientos que me hacían pensar que valía la pena seguir adelante, han muerto, siento desde hace ya mucho tiempo que esta relación está muerta, desvencijada, y si he aguantado tanto ha sido precisamente por no herirle....pero no puedo, no puedo, duele demasiado seguir aguantando, me siguen doliendo demasiado sus duras palabras, sus humillaciones, ya no me siento capaz de perdonárselas. Sencillamente ha estado tanto tiempo tensando la cuerda de mi límite que se ha roto, se ha despedazado en una miríada de miles de fragmentos que ya no soy capaz de unir.
Y aún así me siento malvada al abandonarlo, me siento perversa y egoísta al abandonar a una persona así, tan complicada. Sé de sobra que le ira mal sin mí, eso es lo peor. ¿Pero debo seguir aguantando por pena? ¿Acaso es eso lo mejor? ¿Seremos felices acaso así?
Yo hace ya mucho tiempo que no me siento feliz, que esa relación ya no conseguía llenarme como antes, que necesitaba algo, algo más, algo que en dos malditos años no ha sido capaz de darme, y que yo anhelaba desesperadamente. Me sentía sedienta de afecto, de aprecio, de buenos modos.
¿Tan difícil es dar un abrazo de vez en cuando? ¿Un beso? ¿Una caricia? ¿De verdad causaba tanta repulsión? Parecía que debía rogar por ello, de hecho a menudo tenía que hacerlo.
Sé que hace cosas por mí, que le debo mucho, que me conoce casi también como yo misma,...me conoce, pero ¿acaso me comprendió alguna vez? La respuesta no tengo ni que pensarla, jamás me comprendió, jamás entendió lo que realmente yo necesitaba, me sentía vacía a su lado en realidad.
Es más de hecho, ha sido una relación destructiva, absorbente. Poco a poco he comenzado a perder amigos, mi vida,  a perderme incluso a mí misma.  Por muchos momentos buenos....no puedo perdonárselo, no puedo. Estoy harta de escuchar que va  a cambiar, porque ese cuento nunca dura ni dos días....¿Eso prentendía que fuera mi vida, rechazos y desprecios continuos para lograr dos días de afecto? No me salen mucho las cuentas.
Por eso, y porque por fin, me he quitado la venda de los ojos. Porque he madurado aunque sea un poco....
Ahora veo claramente lo poco que me he apreciado a mí misma, a las personas que de verdad han estado ahí,  mientras perseguía el fantasma de las cenizas de nuestra relación.
He echado una mirada más allá, me he alejado...y ahora por fin, con la perspectiva adecuada,  lo entiendo por fin, que ya no me siento capaz de seguir aguantando, que quiero otras cosas y que me estoy perdiendo otras cuantas.
De hecho incluso he comprendido que ahí fuera hay personas, hay amigos, que sin conocerme de nada, están dispuestas a darme más comprensión y más afecto, que me hacen sentir mil veces mejor, y que aunque sea por pura empatía, no me harán tanto daño como el que estaba haciéndome él en esta relación