Se agazapan como un felino, impacientes y hambrientos, a la espera de cualquier oportunidad en la que seas vulnerable y estés indefensa...
Eliminan cualquier tipo de muralla o sistemas de seguridad. Para ellos no existe ni la pasividad ni los instintos de supervivencia. Tal y como seres suicidas, se lanzan alegremente hacia el desastre sin pararse a pensar en las consecuencias.
Los maldices, los niegas, los odias pero no les afecta, no se rinden. Están ahí, expectantes y traidores.
Hirientes, masoquistas. Así son. No se contentan con dejarte en evidencia, no buscan ridiculizarte....no, buscan dañar. Son seres ávidos de dolor, ávidos de cualquier tipo de pasión, sin dejar pasar de largo absolutamente nada. Cada palabra puede afectarles, cada circunstancia, son seres mutantes. Se comportan tal y como un virus. Invaden cada célula del pensamiento, y absorben cualquier rastro de bondad y razón, se alimentan de los sentidos, se automutilan con palabras hirientes, con rechazos. A pesar de ese viaje de ida a la autodestrucción, permanecen imparables e impasibles. Matan cada ilusión, matan cualquier rastro de esperanza. A ellos, les gusta el dolor, el rechazo, eso los excita, los anima a seguir, a tomar ese camino sin retorno a la humillación. Ellos son en sí mismos su única meta.
Ayla.Z.
Ayla.Z.