Cómo explicarte..

Esta es una esas noches en las que mis sábanas te echan de menos. De esas noches sin luna. Desvaídas, sin vida. Tan desvaídas como yo cuando pienso por un segundo que te puedo perder.
Esta es una de esas noches, en las que solo un abrazo tuyo conseguiría consolarme. De esas, en las que solo apoyar mi cabeza en tu pecho me traería la paz que necesito para entregarme a los brazos de Morfeo.
Es una noche triste. Triste. Incolora. Como yo si no estás. Como este sentimiento que me aprieta el pecho, que me impide cerrar los ojos, que me impide no pensarte, que me impide no extrañarte.
¿Cómo explicar esta pena, si no es porque te necesito? ¿Cómo explicas este vacío si no es porque cuando estás me siento plena?
¿Cómo explicarte que mi vida sin ti era una sempiterna oscuridad como la que tiñe esta noche?
¿Cómo hacerte entender que no hay diferencia insalvable, que es siendo como eres como has conseguido darme un norte?
Que es siendo exactamente tal cual eres cómo has expulsado el frío y las sombras en mi corazón. Que eres la brújula que da sentido y dirección a mi enredado camino.
Que me has devuelto la fe en las personas. Que me has demostrado, que ahí,  abajo del acantilado, estarían tus brazos para sostenerme.
Que merece la pena amar si es contigo.

Porque a veces una canción dice más...

Ñoñeria al cuadrado, y tal.

No sé muy bien porque he empezado a escribir esto tan pronto. Tenía en mente una cosa de estas....ya para fechas más cercanas a tu aniversario, que queda como especial. Pero supongo que el momento oportuno no llega nunca, y siento que quizá necesites oirlo hoy en lugar de mañana.
Quizá por el eco de los sentimentalismos de esta noche, quizá porque sé que no estás en un momento muy allá. No sabría contestarte coherentemente, así que mejor no me preguntes. Quizá porque esta noche me he dado cuenta de lo muchísimo que te echaba de menos, y de lo muchísimo que echaba de menos las noches en blanco como esta....y sin saberlo si quiera.
Porque a pesar de todo....de lo bueno, y de la malo y lo peor, aun sigues siendo la persona con la que ni siquiera necesito hablar para comunicarme. Con quien estar sentada fumando y escuchando poesía es suficiente para sentirse bien sin necesidad de manchar la calma con palabras. Quizá por eso...si.
Quiza...porque las dichas canciones, también me han hecho reflexionar mucho. ¿Sabes esa de mentiras piadosas...? Me llegó. Me llegó mucho más de lo que te imaginas. Le he estado dando vueltas a la cabeza a ese tema hace ya varios días. Por unas cosas por otras...al final la causa poco importa. La cosa es que aunque alguna vez nuestra relación no haya sido tan transparente como lo haya sido en otros momentos....comprendo ahora sí, del todo sin palabras, el porqué.... y a pesar del primer momento de enfado momentáneo que pudiera sentir en algún momento, en el fondo, ha hecho que vea un poco mejor, que sí lo hiciste, al fin y al cabo, es porque era lo que necesitaba escuchar y porque yo misma pedía a gritos esas medias verdades dadas la vuelta. La cosa, es que quiero decirte que me ha hecho ver de una forma, un tanto extraña quizá...que me quieres más de lo que otro pudiera pensar o entender. Que al fin y a la postre, lo entiendo. Y que te quiero. Que no importan los baches y los malos ratos, al final nuestra amistad sobrevive e incluso se ha hecho más fuerte. Esto nos ha hecho crecer a ambas, sobretodo a mí....y ciertamente lo necesitaba.
Demonios, me estoy poniendo muy sensiblona y no quiero llorar.... pero tengo que decírtelo de nuevo. Te quiero Clara. Y aunque probablemente nunca estaré tan presente como necesites o como yo quiera a veces, si estaré..o lo intentaré. Quizá...tarde, pero es mejor que nunca no?
Uff, creo que aún se me va un poco la cabeza... pero tal vez este estado sea el mejor para sincerarse, para soltarse un poco mejor.
Pero bueno....al final, lo que quiero trasmitirte, es que te voy a echar una barbaridad de menos cuando te vayas al norte. Que se me va a hacer muy duro, y que me sentiré bastante sola yo también sin ti, para qué negarlo.
El sueño ya empieza a atraparme, así que es mejor que no siga delirando...solo recordarte por enésima vez, que eres mi mejor amiga, y pase lo que pase, ese lazo invisible que tenemos, será siempre de acero y ya no habrá forma humana de romperlo por mucho que se lo golpee.

Pozos.

Se asomó ligeramente, sin llegar a ponerse de puntillas. Solo quería echar un pequeño vistazo, solo sentía un pequeño ramalazo de curiosidad, solo quería ver el reflejo de aquellas aguas.

Se contaba que las aguas de aquel pozo eran mágicas. Decían las habladurías que todo aquel que asomara, conocería absolutamente toda la verdad de cualquier cosa que se quisiera saber, de cualquier inquietud....de cualquier miedo.

La joven estaba expectante y a la vez atemorizada. Sentía cierta excitación, esa clase de excitación que causa bailar con lo prohibido, pues,  por orden real, acercarse a las inmediaciones sin permiso estaba severamente castigado.

Así que, cuando por fin posó sus ojos en la superficie de aquellas aguas turbias, lo hizo al principio con cautela, con miedo....con timidez.

Pero las imágenes la absorbieron, le mostraron al principio, el mundo que ella conocía. Todo en su sitio, sin intenciones ni sombras ocultas. Las aguas eran claras y límpidas. Mas a medida que continuaba su viaje, las aguas comenzaron a enturbiarse. Pronto, un sudor frío recorrió su espalda, el vello comenzó a erizarsele... y anidó en su pecho una creciente sensación de temor.

Las aguas comenzaron a mostrar los horrores detrás de las sombras, las verdades detrás de todas las máscaras, las verdades sumergidas en lo más hondo de aquella negrura.  Todos sus temores se volvieron realidad, todos sus miedos se vieron confirmados.

Pronto se sintió como la suciedad de aquellas verdades empezaba a fusionarse con su propio ser. Pronto la misma joven pasó a ser parte de las sombras. Ahora comprendía absolutamente todo. Ahora con sus nuevos ojos bañados en tinieblas consiguió ver en la oscuridad. La oscuridad ya no guardaba más secretos para ella. Atravesó sus muros, con sigilo, con presteza. Aquella oscuridad envenenaba su alma ¿pero qué más daba? Ella deseaba conocer más. Deseaba más poder. Y cada verdad que contemplaba, pasaba a ser parte de su ser, la iba oscureciendo a ella poco a poco. Sus ojos, que no mucho tiempo atrás fueron azules y claros como las primeras aguas que contempló, se tiñeron de sombras y niebla. Se volvieron oscuros y crueles como la propia oscuridad. Ahora comprendía porqué estaba prohibido. Con sus ojos oscuros y sabios, pronto lo comprendió todo: El bien y el mal, el caos y el orden... todo por fin era real. Real y cruel.

Real y negro. 

Cuando por fin sació su sed de verdad, la chica que se asomó al pozo y la chica que abandonó aquel bosque, ya no eran la misma. En apariencia eran la misma persona, pero por dentro, los pequeños rayos de luz supervivientes, pronto fenecieron ante la fortaleza de las sombras. Era sumamente irónico, que fuera la oscuridad precisamente, aquella que le revelara la verdad.

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- No temo ni al dolor ni a la muerte. 
- ¿A qué teme entonces mi señora?
- A una jaula, a empuñar sus barrotes hasta que la edad y la costumbre los acepten y toda opción al valor ceda al recuerdo y al deseo.

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"Se preguntó si debería haberle dicho que sí lo necesitaba, que su vida resultaba gris si él no estaba en ella para pintarla con su sonrisa, que en aquellos meses se había acostumbrado tanto a tenerlo cerca que ahora se sentía vacía y espantosamente sola..."

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Las naturalezas no cambian. Lo que ha de ser de una manera...lo será siempre así.
No importa que hagas o cuanto te esfuerces. ¿Actitud? Al diablo con la actitud. No cambia absolutamente nada. Aquel que no me merece tener nada...nada tendrá nunca.
Solo una gran nube gris de mediocreidad y desgana. La misma nube gris de desazón, de sempiterno sin sentido.  La felicidad es una máscara, una bella máscara que solo nos consuela unas semanas, hasta que se cae y nos muestra la fría realidad. La solitaria verdad.
Hay personas destinadas a permanecer consigo mismas como una única compañía. Cuya existencia estará siempre en tinieblas, siempre condicionada por su estúpida medianía, su torpeza correspondiente.
Quizá sea karma, quizá simple determinismo, pero hay almas, que están condenadas a la soledad. Hay almas que nunca serán amadas o comprendidas. Siempre habrá alguien superior, alguien mejor que obtenga todo aquello a lo que esa simple persona...simplemente, no tendrá acceso jamás.
No sirve de nada quejarse, enfadarse o rechazarlo. Las cosas son como son. Y siempre serán así.